Bigotes. A los felinos les crecen cuando se hacen mayores; a nosotros nos salen arrugas. A algunos se les aclarea el pelo y a otros se les oscurece; a nosotros nos salen canas. A veces es tan bella la vejez. Si nos detuviésemos sin reparos a observarla, a veces es tan bonita, que hasta el más hermoso de los "eternos" nos envidiaría.